El gran jugador Karen Abdul Jabbar subastó sus anillos de campeón de la NBA, sus premios MVP y otros cuantos trofeos. Recaudó 2.8 millones de dólares y los destinó a un programa de educación juvenil. Cuando le preguntaron por qué tomo esa decisión, respondió “de que me sirven tener acumulados esos trofeos en mi casa si hay jóvenes que no pueden acceder a la educación”.Más claro imposible.
Hace un par de años un grupo de jóvenes profesionales, empresarios, emprendedores, todos ellos amantes del Basquetbol por alguna u otra razón, soñaron un proyecto que en su idea principal era que todos los niños y jóvenes tuvieran la posibilidad de practicar el deporte mucho más allá de su condición económica, social o distancia al club más cercano. Decidieron poner a disposición su tiempo, experiencia, contactos y, por qué no decirlo, su dinero para que este proyecto pudiera concretarse. No hablamos solo de una Escuela de Basquetbol. Se extiende mucho más allá.
El Proyecto PRODE no solo creó dos Escuelas de Basquetbol en barrios periféricos de la ciudad de Encarnación – Paraguay. También se preocupa de la salud y la educación de sus alumnos, llevando profesionales en Odontología, Medicina y Nutrición para realizar los estudios y evaluaciones pertinentes para conocer si los niños y jóvenes están dentro de los parámetros de salud requeridos. Incluso consiguieron la indumentaria y hasta el calzado para la práctica deportiva y la competencia.
Al día de hoy y con un poco más de un año de abierta la primera escuela, el proyecto cuenta con más de 250 niños y jóvenes que participan en todos los torneos organizados por la Federación Encarnacena de Basquetbol, y ya cuenta con varios representantes en las distintas selecciones de la ciudad.
Como dije, esto va más allá: se crearon comisiones de madres y padres que colaboran, se refaccionaron los polideportivos municipales donde entrenan habitualmente, se están formando profesionales deportivos con la ayuda de Campus de Perfeccionamiento que fueron traídos a la ciudad. Es un proceso que revolucionó los barrios, ahora se ven niños por las calles picando la pelota o lanzando a un aro simulado.
Apoyemos esta iniciativa, porque esto no para. Tomemos este ejemplo que con ganas, organización, honestidad y, por sobre todas las cosas, amor y pasión, las cosas se hacen bien.
por Prof. Jorge Cortez
Socio fundador del PRODE